jueves, 24 de enero de 2013



Tu cabellera


Déjame ver tus ojos de paloma
cerca, tan cerca que me mire en ellos;
déjame respirar el blando aroma
que esparcen destrenzados tus cabellos.

Déjame así, sin voz ni pensamiento,
juntas las manos y a tus pies de hinojos,
embriagarme, en el néctar de tu aliento,
abrasarme en el fuego de tus ojos.

Pero te inclinas... La cascada entera
cae de tus rizos óndulos y espesos.
¡Escóndeme en tu negra cabellera
y déjame morir bajo tus besos!
Manuel M. Flores


Análisis: 

El autor comienza haciendo uso de una metáfora acerca de los ojos de la persona amada y los de una paloma, posiblemente por el tono negro de éstos, como dando a entender una mirada profunda. Indudablemente espera un encuentro con ella, una oportunidad. Se habla de un amor imposible. Incluso ya ha idealizado hasta el aroma que desprende su cabello (un recurso del que se vale el autor para acentuar la belleza de la misma). Dicho de otra manera, la cabellera es una interpretación de un todo, de toda su belleza.
Cuando nuevamente utiliza los elementos de la naturaleza para la descripción, expresa el gusto por la persona amada y hace evidente el deseo y la pasión que siente por ella. Es tal su afecto que a través de algo tan singular como los besos, sería él capaz de morir de felicidad habiendo cumplido su más grande anhelo. 
Los besos, como un acto hermoso, son un símbolo de una cercanía e intercambio de emociones y sentimientos. 

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